diez mil veces infinito.

Lo sé, el sabado llevaba un vestido demasiado corto y mis ojos estaban muy bien pintados para intentar disimular la tristeza que sentían, tenía la esperanza de hacerte enloquecer o tal vez de olvidarme de todo lo que está pasando. Pero parece que aquel día mi móvil y las risas de mis mejores amigas fueron mis únicos acompañantes porque la música de fondo solo hacía que cada vez sientiese que te necesitaba más. Salía de los sitios dando tumbos.