miércoles, 13 de octubre de 2010

Todo se reduce a la simple levedad que aportan los días lluviosos y fluorescentes de octubre. Como si de todos los sentimientos iniciales sólo restaran los que jamás salieron a la luz en su día, y ahora de repente aparecieras en cada puerta. Que cada biblioteca se convierta en una posibilidad, que esa posibilidad sea encontrarnos aunque fuese a través de citas ya olvidadas. Es la felicidad que no se esconde la que nutre nuevos caminos. Pero nos vamos retorciendo poco a poco a la vez que las gotas de agua chocan contra el suelo. Y todo se reduce a nada, a nada salvo a esto...a la simple levedad que aportan los días lluviosos y fluorescentes de octubre.

1 comentario:

slum... dijo...

"perdon por quedar como una frase olvidada"...

me gusto si je

:}

compartimos universo.