martes, 14 de septiembre de 2010



Los últimos días habían sido caóticos. Grises por la mañana y color otoño por las tardes. El verano se estaba terminando, y aunque seguía saliendo el sol en algunos corazones se nubló para siempre. El parte meteorológico anunciaba millones de días grises, ya que había entrado una borrasca por el ventriculo izquierdo, y era imposible una ola de calor. Recomendaban paraguas día y noche, sobre todo cuándo pisaras la habitación. Llueve demasiado en lugares cerrados, hay que tener cuidado. Los días de colores se habían terminado. Los besos en la playa, entre el agua de mar, en habitaciones secretas, alguien los había robado y metido en una cajita en el fondo del mar. Junto con las películas más bonitas del mundo, nuestros chicles favoritos y los mejores abrazos. El último año había sido increíble. Había conocido a un chico entusiasta de las películas, con camisa de cuadros y muchos sueños en la mirada. Sonreía sin sonreir pese a tener los ojos más tristes del mundo. Sabía dar los mejores abrazos en el momento perfecto. Aún sentía la sombra de sus brazos en la cintura, su respiración en el cuello suspirando por ser la última.

3 comentarios:

Renata dijo...

qué lindos esos abrazos, infinitos y como ningún otro ♥

Anónimo dijo...

¿Esto no es de ungatoenlaazotea.blogspot.com? Sí, lo es.

Anónimo dijo...

http://ungatoenlaazotea.blogspot.com/2010/08/9999.html

compartimos universo.