él es como rotar un globo terráqueo, pararlo con el dedo índice y conseguir caer en cualquier otro lugar que no sea el océano atlántico. él es tan pequeño como una partícula diminuta de nieve. y tiene el corazón tan rojo y tan grande como todas las repúblicas socialistas soviéticas juntas. él sabe que si fuéramos a Rusia lo primero que haríamos sería correr a por un gorro de piel de zorro. sé que lo sabes.
1 comentario:
ver tu blog me anima a empezar con la rutina del invierno! preciosa la entrada de hoy:)
un besito!
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