sábado, 28 de agosto de 2010

Me gusta tumbarme bajo un sol que no quema demasiado. Me gusta perfumarme para que los demás sientan mi olor. Me gustan los abrazos que se dan después de un tiempo de no ver a dicha persona. Me gusta escuchar una buena canción en el momento justo. Me gusta reír en todo momento, y llorar cuando lo necesito. Me gusta transmitir y compartir lo propio dándome a conocer mediante éso. Me gusta el viento agradable que viene de cara. Me gusta el olor fresco de la naturaleza. Me gusta la sensación de saciedad cuándo realizas algo que deseas y necesitas hacer. Me gusta sentirme querida y querer al mismo tiempo. Me gusta hacer las cosas correctamente, sobretodo aquellas que aprecio y se me dan bien. Me gusta que siempre quede el silencio y aguarde en los momentos en los que necesitas callar para trasmitir aquello que llevas dentro. Me gusta la luz porque me transmite tranquilidad. Me gusta perderme en los párrafos de un buen libro. Me gusta entretenerme con una buena película. Me gusta cantar y desafinar en el intento. Me gusta observar, comprender y meditar. Me gusta ser una misma mujer dominada por la inocencia de una niña dejándose entrever en ésta absurda realidad. Me gusta soñar sin dormir, y dormirme soñando. Me gusta respirar esos segundos de paz antes de sumirme en una noche más. Pero sobretodo me gusta el decir "hasta mañana", creyendo ingenuamente que siempre quedará un mañana.

1 comentario:

۞ Tristany de Lammermoor ۞ dijo...

Que cosa tan bella has escrito!!!
A también me gusta decir hasta Mañana, nunca digo adiós...

Un beso!!!

compartimos universo.