domingo, 28 de noviembre de 2010

Los labios de Cat rozan el último cigarrillo del insomnio. El humo que se esparce, espeso, en la oscuridad de la habitación. La nocturna inspiración truncada. “¡Si tan solo pudiéramos regresar a aquellos días en los qué podíamos sonreír con inocencia!” Si la rutina no consumiera las ganas de soñar y las responsabilidades no fueran otras más que disfrutar del presente, si la vida no se rigiera por el tener que formar parte del mismo engranaje que nos oprime…

No hay comentarios:

compartimos universo.